La red de calor por biomasa de la UVA atenderá el 90 por ciento de la energía demandada por el Hospital Clínico

La red de calor por biomasa de la Universidad de Valladolid (UVA) atenderá el 90 por ciento de la energía demandada por el Hospital Clínico Universitario de la capital, que con los doce millones de kilovatios por hora que consume cada año, se convierte en el hospital español con mayor porcentaje de demanda térmica atendida mediante energías renovables.

El diez por ciento restante de la potencia que requiere el edificio será cubierta con las actuales calderas de gas natural, según han señalado los consejeros de Sanidad, Antonio María Sáez, y de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante la presentación en la tarde de este miércoles de la conexión del hospital a la red de calor por biomasa de la UVA.

El proyecto se enmarca en la política de ahorro y eficiencia energética promovida por la Junta de Castilla y León a través de la Empresa Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), según ha informado el Ejecutivo autonómico.

El enganche del hospital a esta red ha supuesto la ampliación de la misma a través de una obra que diferencia dos actuaciones: la ampliación de la potencia térmica instalada en la sala de calderas situada en el Campus Miguel Delibes y la extensión de la red de distribución de energía hasta la sala de calderas del Hospital Clínico, dejando además preparada la red para la conexión futura para tres edificios de la Universidad.

El presupuesto total asignado para el proyecto completo de ampliación ha sido de 1,18 millones de euros, actuación que se amortizará con cargo a los ahorros económicos generados por la red de calor y aun así permitirá reducir un cinco por ciento la factura energética del hospital.

La instalación de calefacción centralizada de la Universidad de Valladolid es la red de calor pública con biomasa más importante de España, que se ha ampliado para abastecer de calefacción y agua caliente sanitaria al Hospital Clínico Universitario de Valladolid.

NUEVO RAMAL

Para ello, la red de canalizaciones de distribución de agua caliente, con longitud de más de doce kilómetros, se ha extendido con un nuevo ramal de tuberías preaisladas desde el Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM) hasta la sala de calderas del hospital.

Para desacoplar hidráulicamente los circuitos y realizar la entrega de energía térmica en las condiciones de potencia y temperatura demandadas por el hospital, se ha instalado una nueva subestación de intercambio térmico de hasta ocho megavatios en las dependencias del complejo sanitario.

La planta de generación de energía se encuentra en el extremo norte del Campus Miguel Delibes, en una parcela anexa al edificio LUCIA. Esta edificación albergaba inicialmente tres equipos de combustión de biomasa de parrilla fija, que sumaban una potencia de 14,1 megavatios. Para atender la demanda del hospital, se ha instalado una cuarta caldera de biomasa con tecnología de parrilla móvil de cinco megavatios de potencia, anexa a los equipos actuales, en un espacio que se dejó previsto para tal fin.

Tras la ampliación, la sala de generación cuenta con una potencia total instalada de 19,1 megavatios aumentando la capacidad de distribución de energía de la red y mejorando la seguridad de suministro de los edificios conectados a ella.

La red de calor biomasa entró en funcionamiento en el año 2015, dando servicio de calefacción y agua caliente sanitaria a 27 edificios. En este 2019, con la conexión del Hospital Clínico, y más adelante de otros 3 edificios de la UVA -Palacio de congresos Conde Ansúrez, la Biblioteca Reina Sofía y la Casa del Estudiante-, la infraestructura dará servicio a un total de 31 edificios públicos.

Desde su arranque, la red de calor ha suministrado 19 millones de kilovatios útiles al año a los edificios universitarios y deportivos de la Junta conectados. El biocombustible que se utiliza como materia prima para producir la energía térmica demandada son astillas de madera, con un rango de granulometría de G50 a G100 y con humedad entre el 20 y el 40 por ciento. Hasta la fecha, la instalación consumía anualmente 7.600 toneladas de astilla forestal, a los que hay que sumar otras 4.400 toneladas para atender la demanda térmica del Clínico, resultando un consumo total anual tras la ampliación de 11.000 toneladas.

En sus primeros años de funcionamiento, las emisiones de dióxido de carbono evitadas a la atmósfera han sido de 6.800 toneladas anuales, a las que hay que sumar otras 2.940 toneladas anuales que se evitan con la conexión del Hospital Clínico, por tanto se logra una reducción total de emisiones con el proyecto de 9.740 toneladas de dióxido de carbono al año.

Fuente: 20minutos.es

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