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El gas, la alternativa ecológica para el coche

Los más viejos del lugar de grandes ciudades de Madrid o Barcelona recordarán aquellos taxis Seat 1500 que llevaban la bombona de butano en el maletero. Más de tres décadas después, algunos Prius circulan impulsados por gas licuado de petróleo (GLP).

El Parlamento Europeo ha aprobado una Directiva para la construcción de infraestructuras de combustibles alternativos, que establece que los Estados miembros de la UE tendrán dos años para diseñar una estrategia de desarrollo para el suministro de combustibles alternativos, entre los que, por primera vez, se ha incluido al autogas, que es como se conoce el GLP pero también al gas natural (GNC y GNL). De hecho, el Gobierno español ha dotado con 1,5 millones de euros de ayudas a la compra de vehículos comerciales impulsados a gas en el Plan Pima Aire.Pequeño porcentajeEn España, existen más de 30.000 vehículos impulsados por GLP. Es un porcentaje pequeño y “asociado a sectores profesionales”, explican desde la Aoglp, la asociación de operadores de gas licuado, dado que “todavía tenemos poco más de 400 puntos de recarga en España”.

Estos 30.000 vehículos que circulan con GLP suponen un porcentaje mínimo respecto a los más de 31 millones de coches que circulan por España. El GLP es más barato que la gasolina. Ayer, en las gasolineras de Repsol, el litro de GLP se pagaba a 0,75 euros, mientras que el de gasolina de 95 octanos estaba a 1,29 euros. A pesar de que un coche a GLP gasta un litro más por cada cien kilómetros que el impulsado por gasolina, sale rentable dada la diferencia de precios.

Además, cualquier vehículo de gasolina se puede adaptar por entre 1.200 euros y 2.500 euros en función del automóvil para moverse por GLP y gasolina. De tal modo que, cuando no disponga de un surtidor de gas cercano, podrá circular impulsado por gasolina.

El GLP emite menos CO2 que la gasolina. Sin embargo, mientras petroleras y la mayoría de firmas de automóviles apuestan por el GLP, el Grupo Volkswagen lo hace por el GNC, el gas natural comprimido. EXPANSIÓN comprobó que es más barato que la gasolina. Un Seat Mii, el pequeño utilitario de la marca, necesitó 3,18 kilos de GNC para recorrer 100 km (3,18 euros), mientras que, de gasolina, consumió 5,4 litros (7 euros).

La implantación de los puestos de GNC para el uso del particular será más lenta ya que el coste de instalación (unos 800.000 euros) es mucho más caro que el coste que las gasolineras emplean en poner un surtidor de GLP. No obstante, según José Ramón Freire, presidente de Gasnam, la asociación española de gas natural para la movilidad y ejecutivo de Gas Natural Fenosa, “las necesidades de repostaje se pueden cubrir con postes situados de forma estratégica”.

Freire explica, además, que España, debido al retraso en la operatividad del gasoducto con Argelia, cuenta con una flota de barcos y camiones cuya tecnología en tanques criogénicos para el transporte de GNC o GNL (la variante licuada del gas natural) es líder a nivel mundial. Además, el GNC bajará su precio dado que EEUU es autosuficiente debido a la extracción del gas de esquisto, y a que China va a comenzar a extraerlo lo que provocará una mayor oferta.

En cuanto al consumo, el GNC en automoción ya se está empleando en flotas de camiones y en los autobuses urbanos de varias ciudades. En turismos, apenas se cuentan con los dedos de una mano los modelos impulsados por GNC que se comercializan en España.

Fuente: expansion.com

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