CNWL Oil estudia prospecciones de gas natural en Alborán y su impacto ecológico
El Mar de Alborán esconde bajo sus aguas un tesoro negro. Los yacimientos de petróleo y gas natural situados frente a las costas andaluzas atraen las miradas de grandes compañías petroleras, que se frotan las manos ante las oportunidades de una explotación inédita.
Las divisiones Gas Natural Exploracien y Repsol Investigaciones Petrolíferas se han interesado por alcanzar licencias para la exploración de los fondos de Alborán. Sin embargo, uno de los proyectos más ambiciosos y avanzados es el Chinook de CNWL Oil, constituida en España con capital fundamentalmente de la multinacional canadiense Sherrit International.
CNWL Oil busca con cuatro proyectos Chinook bolsas de gas natural y petróleo frente a las costas de Málaga, Granada y Almería. El Ministerio de Industria aprobó la iniciativa de la compañía petrolera, que ahora hace público el estudio de impacto ambiental de las prospecciones en el Mar de Alborán.
La empresa examina la viabilidad de prospecciones para el hallazgo y explotación de gas natural y, en este caso, evalúa el riesgo que supone la actividad sísmica de la zona para las infraestructuras necesarias.
Muestras geológicas
Según publica el Boletín Oficial del Estado (BOE), para estudiar este aspecto se lleva a cabo “una campaña de adquisición de datos sísmicos en 3D en un área de 1.189 kilómetros cuadrados, con el objetivo de determinar la estructura geológica del subsuelo marino y su potencial en recursos de gas natural”.
Los datos se recopilan gracias a “una fuente de energía (emisiones de onda acústica) constituida por dispositivos de emisión de aire comprimido, arrastrados por una embarcación especializada a una profundidad de entre cuatro y ocho metros bajo la superficie del mar”.
Los análisis se han concentrado en una franja submarina desde Málaga hasta el límite de las provincias de Granada y Almería (a unos 20 kilómetros mar adentro). El barrido sísmico mediante sonar, que un barco contratado por la empresa petrolera llevó a cabo en 2005 en un área de 307 kilómetros cuadrados entre Mijas y Algarrobo (provincia de Málaga), arrojó unos resultados positivos.
El Gobierno ha concedido, al menos, siete autorizaciones para investigar la existencia de combustibles fósiles en aguas andaluzas. Cuatro son para el Chinook de CNWL Oil y las tres restantes pertenecen al proyecto Sirocco. Las prospecciones de este último plan corresponden a Ripsa (Repsol Investigaciones Petrolíferas SA) y a Gas Natural Exploracien.
Por su parte, CNWL ya es veterana en estas tareas ya que hace más de veinte años obtuvo algunos permisos para realizar prospecciones en el Mar de Alborán, aunque en aquella ocasión se limitó exclusivamente a la búsqueda de gas, construyendo hasta tres pozos para la búsqueda de esta combustible.
Medio ambiente
Ahora bien, mientras las empresas valoran las oportunidades de esta franja marina, cofradías de pescadores y asociaciones ecologistas han mostrado sus dudas sobre el impacto en una reserva marina única en el Mediterráneo.
La formación política EQUO Andalucía ya se ha manifestado en contra de las prospecciones para localizar bolsas de petróleo y gas. Además, las asociaciones de armadores de Garrucha, Carboneras, Motril, Adra y Almería siguen atentos la evolución de los proyectos e, incluso, la petición de compensaciones si la actividad petrolera propicia una afección de los caladeros.
Alborán cuenta con importantes pesquerías, así como una enorme riqueza submarina entre las que destacan sus praderas de posidonia y las colonias de cetáceos. Además, se trata de un espacio de alto tránsito marítimo que encauza a los buques mercantes en su paso por el Estrecho de Gibraltar.
Fuente: lavozdealmeria.es
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