Transformar todas las calderas a gas natural, un reto a conseguir en Madrid

El gas natural ha desplazado en los últimos 25 años a otras energías menos eficientes como el gasóleo o el carbón. Pero todavía queda un largo camino por recorrer en Madrid para conseguir una transformación completa de las calderas más contaminantes. En Madrid aún existen 1.570 comunidades de vecinos que continúan viviendo con una energía que perjudica la calidad del aire que respiramos.

En la Comunidad de Madrid continúan existiendo 1.270 comunidades de vecinos que tienen calderas centralizadas de gasóleo y 300 vecindades que utilizan todavía carbón. Unas energías contaminantes que perjudican el medio ambiente, dañando gravemente la salud de las personas. Los expertos señalan que el gas natural es la fuente de energía más limpia, menos contaminante y con menor contenido de carbono de todos los combustibles fósiles. En comparación con los recursos menos eficientes, el gas natural reduce entre un 40 y un 60 por ciento las emisiones de óxidos de nitrógeno y casi completamente las partículas en suspensión y el dióxido de azufre, principales causantes de los problemas respiratorios. Además, el uso del gas natural tiene una relación directa con la mejora de la calidad del aire de los entornos urbanos, una característica muy importante hoy en día teniendo en cuenta que, según un reciente estudio de la Organización Mundial para la Salud, sólo el 12 por ciento de las grandes ciudades cumplen con sus estándares de calidad de aire.

Madrid más limpio

Si se consiguiesen transformar las más de 1.500 calderas de gasóleo y carbón que quedan en la Comunidad de Madrid, los datos serían más que positivos. Además del ahorro económico para los usuarios, se reduciría en 38.200 toneladas las emisiones de CO2, principal gas de efecto invernadero, habría 58.200 toneladas menos de emisiones de óxidos de nitrógeno y las emisiones de óxidos de azufre disminuirían en 105.100 toneladas. Además, se evitaría casi el cien por cien de las emisiones de partículas a la atmósfera de las actuales calderas de gasóleo y de carbón.

¿Cómo se realiza la transformación de las calderas?

El proceso de transformación a gas natural de salas de calderas y de descentralización resulta sencillo para los usuarios, sin necesidad de afrontar una obra de grandes dimensiones. Si el circuito de la calefacción es en anillo, las obras se realizarán al instalar la caldera individual de cada una de las viviendas, sin que se vea alterado el circuito de radiadores existente.

Una vez transformado el sistema a gas natural, los consumidores notan un máximo rendimiento de la energía. Y es que las calderas que funcionan con este recurso energético aprovechan el máximo calor de los productos de combustión mediante la condensación del vapor de agua. Además, al no necesitar depósitos de almacenamiento ni mecanismos especiales para su transporte, los costes de mantenimiento se reducen resultando mucho más económico que si se utilizara el gasóleo o la biomasa. Si a eso le añadimos que existe la libre elección de la comercializadora, por lo que se puede contratar la empresa que más convenga al usuario, los beneficios los notará aún más el bolsillo del consumidor.

Así, en comparación con el gasóleo, una comunidad de viviendas que transforma su sala de calderas a gas natural puede ahorrarse entre 847 euros al año (comunidad de 10 viviendas) hasta 17.609 euros al año (en una comunidad de 100 viviendas).

Empresas por el cambio

Algunas empresas energéticas llevan tiempo trabajando para la transformación de las salas de calderas actuales a gas natural. Una de ellas es el Grupo Gas Natural Fenosa, que además, el pasado día 17, lanzó una campaña de transformación/individualización a gas natural de las salas de calderas en nueve comunidades autónomas (Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Navarra, La Rioja, Madrid, Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana).

En el marco de la campaña, que suscribe la nueva estrategia de la compañía de promover las diferentes aplicaciones y ventajas del gas natural, las filiales distribuidoras de gas natural de la compañía en estas regiones ofrecen una subvención a las comunidades de vecinos que decidan instalar el gas natural en su sala de calderas. La subvención económica varía en función del número de viviendas de la comunidad de propietarios, siendo de hasta 30.000 euros en las comunidades autónomas más frías, o de hasta 20.000 euros en Andalucía y Comunidad Valenciana. El caso de Madrid es especial, pues la subvención se integra y se abona a través del Plan Renove de la Comunidad de Madrid y el importe máximo ofrecido es de 14.127 euros.

Si los vecinos optan por individualizar la calefacción, eliminando la sala de calderas centralizada, para disfrutar del gas natural de forma personalizada, existe una subvención de hasta 850 euros sobre el coste de la instalación.

Fuente: madridiario.es

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