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Aragón coordinará el desarrollo de un corredor de hidrógeno a través del Pirineo

Desarrollar un corredor transfronterizo de estaciones de repostaje para vehículos de hidrógeno que conecte Aragón, Francia y Andorra con el centro y norte de Europa, donde el despliegue de infraestructuras asociado a este tipo de movilidad sostenible sin emisiones está más avanzado, es el objetivo del programa H2PiyR, que coordinará durante cuatro años la Fundación para el Desarrollo de las Nuevas Tecnologías del Hidrógeno en Aragón.

El proyecto, incluido en el programa europeo de cooperación POCTEFA 2014-2020, creado para fomentar el desarrollo sostenible del territorio fronterizo de los tres países y que cofinancia iniciativas de cooperación gestionadas por actores de ambos lados de los Pirineos, cuenta con un presupuesto de 3,9 millones de euros, de los que el programa POCTEFA aportará 2,4.

Todos los detalles han sido dados a conocer en la presentación que ha tenido lugar en la sede del Gobierno de Aragón a cargo del director general de Industria, Pymes, Comercio y Artesanía del Ejecutivo autonómico, Fernando Fernández, y el director gerente de la Fundación del Hidrógeno, Fernando Palacín.

H2PiyR va a suponer un auténtico banco de ensayos a escala real en el que demostrar las ventajas del uso del hidrógeno y los vehículos eléctricos de pila de combustible (Fuel Cell Vehicles-FCEVs). Entre otros objetivos, va a permitir crear una red de movilidad con hidrógeno entre los distintos países de la unión europea, reducir las emisiones asociadas a los vehículos tradicionales, impulsar las economías locales, promover oportunidades de negocio, en especial para las pymes, y fomentar la innovación en tecnologías del hidrógeno en todas las áreas del conocimiento necesarias para poner en marcha el corredor.

Para lograrlo, se construirán 6 nuevas estaciones de suministro de hidrógeno que generarán hidrógeno limpio a partir de energías renovables y que estarán situadas estratégicamente en Zaragoza, Uesca, Fraga, Tarragona, Andorra y Pamiers (Francia). A ellas se añadirán las ya operativas en Uesca (Parque Tecnológico Walqa) y Zaragoza (Valdespartera), así como las dos que se están construyendo en el sur de Francia (Rodez y Albi), para completar un parque de 10 hidrogeneras en total. Forman parte del proyecto también 16 vehículos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno, de los que 6 serán turismos, 8 furgonetas y 2 autobuses.

Además de la Fundación del Hidrógeno de Aragón, participan en el proyecto Électricité de France (EDF), Ondulia (Francia), Fuerzas Eléctricas de Andorra (FEDA) e Idiada Catalunya. Colaboran también otras instituciones como los Ayuntamiento de Uesca y Chaca o la Región de Midi-Pyrénées. Para el despliegue de infraestructuras previsto, el proyecto cuenta con el apoyo de los departamentos competentes en materia de Industria de las diferentes regiones involucradas.

Un proyecto enmarcado en una estrategia global de desarrollo de la economía del hidrógeno

El proyecto H2PiyR se alinea con las distintas iniciativas impulsadas por la Unión Europea para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y promocionar el uso de las energías renovables. Entre ellas está la Directiva europea 2014/94/EU, relativa a la implantación de una infraestructura para combustibles alternativos como el hidrógeno, la electricidad, los biocarburantes, el gas natural o el gas licuado del petróleo, GLP.

En el Estado español, el Consejo de Ministros aprobó en junio de 2015 la Estrategia de Impulso del Vehículo con Energías Alternativas (VEA) 2014-2020. Es una actuación especifica definida en la Agenda para el Fortalecimiento del Sector Industrial y trata de situar al Estado español como referencia en el sector de las energías alternativas aplicadas al transporte (electricidad, gas licuado del petróleo -GLP-, gas natural comprimido -GNC-, gas natural licuado -GNL-, biocombustibles e hidrógeno) favoreciendo la industria vinculada al sector de automoción.

El Marco de Acción Nacional para dar cumplimiento a lo dispuesto en la Directiva 2014/94/UE, que está en fase avanzada de elaboración, reconoce al hidrógeno como una excelente alternativa a largo plazo para que el sector del transporte se oriente hacia el uso de energías renovables, la eficiencia energética y la sostenibilidad. También apuesta por impulsar la I+D+i asociada al hidrógeno y la ejecución de proyectos de demostración en entornos reales como paso previo imprescindible al desarrollo de una estrategia de despliegue de la infraestructura del hidrogeno a escala nacional.

Por otra parte, en relación con los estímulos a la adquisición de medios de transporte propulsados por combustibles alternativos existentes en España, el Plan de Impulso a la Movilidad con Vehículos de Energías Alternativas (MOVEA) apoya mediante la concesión directa de ayudas la adquisición de vehículos propulsados por combustibles alternativos como son los eléctricos, los que funcionan con gas licuado del petróleo (GLP), gas natural comprimido (GNC) y gas natural licuado (GNL). El programa contempla además subvenciones para la implantación de puntos de recarga rápida y semirrápida para vehículos eléctricos en zonas de acceso público. En la próxima convocatoria del Plan MOVEA se prevé otorgar ayudas a los vehículos propulsados por hidrógeno.

Emisiones cero en el consumo, pero caro o poco sostenible en su producción

Con esta decisión el Gobierno de Aragón participará de un alargamiento de la industria del automóvil dependiente de combustibles no renovables. El hidrógeno es el análogo químico a la electricidad y pese a ser un combustible verdaderamente limpio,no ocurre naturalmente para ser usado así sin más.

Debe ser generado o producido mediante el consumo de otros combustibles. En la actualidad hay dos maneras de generar el hidrógeno, por reformado, el proceso más barato, que obliga al consumo de gas, y lo hace peligroso en su traslado, además de emitir CO2 a la atmósfera; o por electrolisis, un proceso que puede ser realizado de una forma completamente limpia, pero que todavía resulta excesivamente caro.

Hace tan solo un año, las comparativas entre un coche 100% eléctrico de batería, o coche eléctrico a secas, de tamaño medio, viene a tener un consumo de unos 14 kWh/100 km. Un coche eléctrico de pila de combustible de hidrógeno, de los pocos que circulaban por las carreteras sobre todo alemanas, tenía un consumo de unos 29 kWh/100 km (unos 0,9 kg de hidrógeno a los 100 km).

Considerando el consumo solo por su uso, a los 100 km, el coche eléctrico de pila de combustible de hidrógeno consume algo así como el doble de energía que el coche eléctrico. Esto es un inconveniente que no se debe ignorar, pero además es una diferencia que aumenta si se le suma el gasto en producción, la fabricación de la pila de hidrógeno, actualmente de platino, y el transporte del mismo.

Fuente: arainfo.org

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