Nuevas oportunidades para el gas natural en América Latina

El crecimiento de la demanda energética, estimado en un tres por ciento anual, la necesidad de descarbonizar la economía, reforzado por el acuerdo de la COP21, el crecimiento de las energías renovables no convencionales, las posibilidades tecnológicas y de mercado que ofrece la nueva dinámica del gas natural a nivel global y la existencia de recursos naturales, serán los principales motores de desarrollo del gas natural en Latinoamérica, según se concluye en el informe Tendencias del Sector Gas Natural en América Latina y el Caribe, elaborado por el Comité de Gas y Energía de la Asociación Regional de Empresas del Sector Petróleo, Gas y Biocombustibles en Latinoamérica y el Caribe (Arpel).

El gas natural representa actualmente el 24 por ciento de la matriz energética mundial y un 26 por ciento de la de América Latina y el Caribe. Las ventajas a nivel ambiental que presenta esta fuente de energía como sustituto del carbón y de los combustibles líquidos, tanto para uso industrial, generación eléctrica o transporte, hacen pensar que este combustible aumentará considerablemente su participación en la matriz energética mundial y regional en las próximas décadas, existiendo un sólido consenso internacional en cuanto a esta tendencia esperada.

En América Latina y el Caribe se están produciendo aproximadamente 640 millones de metros cúbicos al día de gas natural, lo que representa el siete por ciento de la producción mundial, mientras que el consumo es de alrededor de 700 millones de metros cúbicos diarios.

Según señala el informe, el déficit de gas natural se cubre mediante importaciones mexicanas desde Estados Unidos vía gasoductos y a través de las compras de gas natural licuado (GNL) de las 12 terminales de regasificación que existen en la región actualmente. Las reservas probadas de gas natural de la región están evaluadas en 282,9 trillones de metros cúbicos, concentradas principalmente en Venezuela, pero existe a su vez un gran potencial de desarrollo tanto en los recursos no convencionales, como el gran yacimiento de Vaca Muerta, en Argentina, como en otros recursos convencionales sub-explorados o en el offshore.

Además, el informe ha identificado los principales desafíos del sector, como desarrollar la integración comercial, trabajar multilateralmente en la armonización de regulaciones y adoptar una visión de conjunto que permita pensar en las inversiones energéticas de forma integral y regional.

Fuente: energia16.com

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